Sólo podremos cambiar nuestra realidad integrándonos unos con otros, como siempre debió ser entre todos los seres humanos y entre nosotros y la naturaleza. Todo eso, elevándonos por sobre el egoísmo. Somos deseo de recibir, pero mientras recibamos para nuestra propia autosatisfacción no podremos integrarnos como una sola alma, que es la verdadera expresión de nuestra realidad.
"Nuestro deseo tiene que ser común. Cada uno de nosotros tiene dos partes: la masculina y la femenina. Yo te influyo, y tú me influyes a mí y a los otros, mientras que los otros me influyen de nuevo y así sucesivamente. No puede ser que yo me cuide sólo a mí mismo. Nunca seré capaz de llenarme.
Dentro del organismo común sólo puedo llenar a los demás pasándoles mi deseo o mi llenado. No seré capaz de dirigir algo independiente directamente hacia mí.
Este es el significado del sistema integral. Su esencia yace en el hecho de que nadie es capaz de proveer algo para sí mismo a través de su propio poder, sino sólo a través del entorno. Y esto también es posible, sólo si uno no piensa en sí mismo, sino sólo en sus amigos. Entonces sus esfuerzos vuelven a él si, por supuesto, no cree que ellos realmente regresarán a él.”
Rav Michael Laitman
(De la lección diaria de Cabalá del 4/14/2011 Publicado en Abril 18, 2011)
Integridad de impulsos, acciones y afecciones. Integridad, en el alma individual, de un deseo de vivir absoluto e ilimitado. Que incluye la esencia misma de todos los seres.
ResponderEliminarAcertadísimo comentario, Mariana.
El Universo es equilibrio, la vida es equilibrio, la Naturaleza es equilibrio; el único que no está equilibrado es el ser humano, demasiado parapetado en su individualidad, en su egoísmo, en sus miedos, en su rigidez... Sólo cuando el ser humano entienda que dar y recibir es una misma cosa y que nos pone en contacto de manera fluida, espontánea y natural con nuestro entorno, estaremos equilibrando nuestras energías y nuestras existencias, en armonía con el otro, con el entorno, con nuestro mundo... Dar y recibir conforman el flujo natural y sano de nuestra existencia y es la vía única hacia la felicidad...
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