En la Cabalá se le dan varios nombres a esa fuerza o pensamiento o leyes que dieron vida a la creación a la que pertenecemos: Dios, Naturaleza, Creador y otras; pero la que más me gusta es Boré, del hebreo Bo = ven y Re’e = ve: Ven y ve. Algo así como una invitación personal del maestro del Plan de la Creación. Me gusta porque todo eso, que está más allá de la realidad que percibimos con nuestros cinco sentidos, resume sencillamente en ese nombre las acciones justas que necesitamos para encontrar las respuestas a las principales preguntas que nos hacemos sobre nuestra existencia: ¿Cuál es el significado de la vida? ¿Cuál es el plan para esta creación? ¿Cuál es nuestro lugar en el mundo? ¿Por qué nacimos? ¿Por qué sufrimos?
Entonces, Boré... Se nos estaría avisando desde ese mundo superior que hay que ir hasta allá, porque sólo la adhesión a ese mundo superior nos permitirá ver por nosotros mismos todas las interrogantes despejadas. Un camino que se va haciendo a través de la espiritualidad y la transformación de los deseos del ego de recibir placer por autosatisfacción, a la de recibir para otorgar.
La sabiduría de la Cabalá hace de guía y mapa, que a través de su lenguaje de ramas, nos marca los senderos, caras y mundos, que aunque no siempre entenderemos, no tendría más importancia que el deseo de Ir y Ver.
De atender la invitación del Boré.
La sabiduría de la Cabalá establece la relación necesaria para llegar a completar la existencia de la vida. El Creador expresa la sabiduría en las propiedades del espacio/tiempo. Dios es intuición "a priori" y rige la leyes de toda experiencia posible en la creación. Saber de la sucesión de los momentos y la posición de sus partes hasta el infinito, es la Ley.
ResponderEliminarMuy interesante tía.Besos
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