martes, 26 de abril de 2011

Pesaj y mi padre






Anoche fue el final de la festividad de Pesaj (Pascua). Nunca lo celebré,  salvo un par de veces en Israel con mi padre. Él nos crió -a mis hermanos y a mi- ateos y con principios comunistas y jamás a su origen sefardita le dimos una connotación especial en nuestro  desarrollo como seres humanos. Lo judío era algo que estaba ahí como haber nacido en la ciudad donde nacimos, como los nombres que nos pusieron o el color de nuestros ojos. Algo no elegido que ni nos estorbó ni nos privilegió de ningún modo. Ni siquiera, pienso que tiene que ver con que ahora yo esté buscando en la Cabalá las respuestas que ésta dice tener a mis preguntas sobre el significado de la vida.
En su exilio en Israel, mi padre, más que en la religión se refugió en la Cabalá, me habló de ella y de su gran sabiduría, y en sus últimos años de vida celebró Pesaj puntualmente. Pero yo creí que con la vejez se estaba poniendo religioso. Y es que no podía entender, por entonces, que la Cabalá no tiene nada que ver con la religión y tampoco podía saber que la Torá (los 5 libros del Antiguo Testamento) refleja historias que no son de este mundo físico y que deben ser aprendidas a través de la Cabalá. En lo que respecta a Pesaj, no hay un exilio de Egipto que celebrar, sino nuestro propio movimiento interior y no hay más faraón que nuestro propio ego que sí es quien nos tiene en un verdadero exilio de la realidad plena que todos, en amor y unión debemos experimentar.
Mi padre, entonces, murió enfrentando el exilio de dos faraones, el  físico de Chile por el fascismo de Pinochet y el del exilio espiritual, el del ego, representado por el faraón en Egipto. No podría asegurar si antes de morir, mi padre,  pudo sentir ese punto en el corazón que nos ayuda a corregir lo necesario para el inicio del camino del verdadero amor y la unificación. Espero que sí.
Yo, hoy día, al final de esta fiesta,  supe lo que buscaba mi padre en la Cabalá.

3 comentarios:

  1. Hermoso, mamá! Tampoco yo sé sila final de su vida el Tata había alcanzado ese estado de sabiduría que lo acercara a las grandes respuestas de la Cabalá, pero s+i estoy segura de que hizo ese esfuerzo y sus últimos años fueron de estudio y búsqueda, y eso en sí es ya un logro que no muchos alcanzan... La vida no es la meta al final del camino sino el camino en sí, y el Tata transitó por este camino con inteligencia, ideales vivos en el alma y la inmensa capacidad de asimilación y comprensión que siempre tuvo...
    Besos! xxx

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  2. Hermoso. Digno de una hija de ese gran hombre, humilde y soberbio a la vez.
    espero que si por lo menos Baruj no encontró sus respuestas en la Cábala, se que la búsqueda en si es el camino luminoso que trazas en tu vida.
    Y esa senda, la dejo muy bien pavimentada en vida.
    seguí asi, se que para ti es un placer muy grande la búsqueda, y te atreviste a entrar en ese gran portal que es la Cábala. adelante hermana, un besote de tu bros.
    igal

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  3. que buena reflexion, asi es mi papa siempre fue un hombre que busco dentro y fuera de si los caminos que le permitieran a el formar parte del TODO. incluso en la vejez, donde tendemos a aislarnos ya sea por problemas de indole fisico, como el deterioro de la salud o por decision alejarnos del mundanal ruido..Mi papa escribio, leyo, escribio todo lo que se le ocurria, y acepto con dignidad el pasaje a la luz..siempre deseando un futuro feliz a la Humanidad
    gracias
    ;

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