domingo, 6 de noviembre de 2011

La “bandada” común de la humanidad

Somos todos muy diferentes y tenemos distintos niveles de deseos pero cada uno tiene su propia individualidad, un papel único, aún cuando este pueda parecer ser limitado. No hay obligación de “alcanzar las estrellas” o de esforzarse hacia algo más elevado. Nadie es mejor o peor que otro.
Cuando nosotros alcancemos una conexión integral entre nosotros, cada uno de nosotros recibirá conocimiento y una conciencia absoluta del universo. Cada uno de nosotros se convertirá en “un pájaro libre” conectado con los demás. A pesar de todo nadie nos gobernará salvo el deseo, la meta y el plan generales.
En otras palabras, nosotros comenzamos a conectarnos con los demás y al mismo tiempo permanecemos absolutamente libres. Nosotros sentimos un pensamiento común como un pájaro en una bandada. Un pájaro no se siente a sí mismo o a los demás. Este sólo siente el pensamiento común: hacia dónde girar, cómo volar y qué hacer a continuación. Esta comunidad comienza a ser su bien personal.
Al ser una parte de un sistema general nosotros tomamos decisiones junto con los demás y después implementamos nuestras decisiones y logramos los resultados. La siguiente decisión ocurre simultáneamente en cada uno, junto con su implementación y resultado.
En otras palabras, comenzamos a ser un cuerpo común. Cada persona simultáneamente maneja a los demás y a ella misma. En otras palabras nosotros alcanzamos el nivel de la fuerza superior que gobierna a la humanidad y nosotros estamos dentro de esta humanidad.

Dr. Michael Laitman 

3 comentarios:

  1. Una experiencia individual que se desvanece en la unidad profunda de los mundos.
    Los continentes del alma, que unen su deseo en el contenido del todo.
    Laitman, siempre tan acertado.

    ResponderEliminar
  2. que asi sea, sentirnos unidos sin agobiarnos, somos los que nos liberamos de la fiera que se sientio defraudada por creer en instituciones y normas, las que hemos creado, alimentado, asistido.para cobijarnos y sentirnos arropados.Ahora que no creemos en nada..somos libres

    ResponderEliminar
  3. Convertir nuestros deseos más privados en parte de un bien comùn, donde no existan anhelos egoìstas sino dirigidos hacia el bien de todos, hacia una labor espiritual y actitudinal que beneficie a todos... Bello pensamiento... :-)

    ResponderEliminar