lunes, 16 de mayo de 2011

Realidad pequeñita



La Sabiduría de la Cabalá dice que sólo existe una realidad, la del infinito, y en esa estamos aunque no nos hayamos dado cuenta. Percibimos todo desde el exclusivo mundo físico de nuestros sentidos, olvidándonos que somos también seres espirituales; por lo que estamos condenados a vivir un mundo imaginario y, eso, exclusivamente por falta de conocimiento. Entonces, sólo asumimos un mundo construido desde nuestra nariz, piel, ojos, oidos y papilas y como reacción a una realidad que desconocemos, no asumiéndola en su totalidad tal cual es.
A lo largo de nuestra historia nos hemos montado -como una película- una existencia que se crea y maneja en el juego egoísta entre el poder y los sometidos. Los grupos de poder actúan desde el ego, de la misma manera que nosotros, los sometidos; construyendo una carrera imparable hacia la destrucción.
Y este mundo en que vivimos, oculto del infinito a nuestros 5 sentidos (mundo: en hebreo, olam, de alamá=oculto) es así por una falta de conocimiento que todos asumimos que necesitamos pero que somos incapaces de buscar haciendo un cambio en nuestra marcha egoica de sometimiento soportable. Cacareamos todo el día instalados cómodamente en nuestros pcs conectados a las redes sociales que se enriquecen de nuestra verborrea light, pero no somos capaces de decir ¡alto! Estamos claros que ya no caben más mentiras desde los portavoces de los gobiernos dominantes, ya no caben más intrigas, farsas y manejos en las finanzas, la política, la alimentación, la farmacia, la energía. Ya no necesitamos más muestras de destrucción ecológica sin más motivo que las inversiones ultramillonarias de empresarios. Pero, nada, nada va a cambiar si no cambiamos nosotros, CADA UNO de nosotros y con los demás, buscando la forma de salir de nuestros egos unidos en esta búsqueda de una realidad total, de una percepción completa donde estemos todos adheridos a la naturaleza y a nosotros mismos, no a los deseos egoicos de grupos humanos que les interesa pintarnos una realidad para sus propios intereses y que sostenemos activa o apáticamente, pero la sostenemos. .
El otro día leía a un físico que decía: “La frase amar a tu prójimo como a ti mismo es, realmente, una ley absolutamente científica”. No estoy hablando en plan místico o religioso. La Cabalá puede parecerlo, pero en realidad, es totalmente científica. Aún cuando diga que no importa tanto entender sino DESEAR. Desear la integración, por ejemplo, la unicidad que termine con esta realidad cruel a la que estamos sometidos ya demasiado tiempo.

2 comentarios:

  1. Hemos convertido al amor en una moda gastronómica, fungible. A los que le siguen el juego a la "farsa", se les llama farsantes. Lógico, así sobrevivímos a nuestros problemas...
    ¿ Acabaremos refugiándonos en el equilibrio mineral ?

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  2. habrá que empezar a intentar ser nosotros...

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