Buscando el sentido de la vida

                                                

Entre mis más y menos quehaceres importantes, he pasado la vida buscando información y conocimientos; verdades y respuestas. Siempre, hasta ahora, desde las enseñanzas e informaciones de mi época escolar y universitaria, me quedaba con la sensación de que lo que se me transmitía no era completo ni totalmente real en historia, sociología, economía política, filosofía e incluso psicología...La mayoría de las materias van en relación a los medios tecnológicos que la ciencia usa para desarrollar nuevos descubrimientos, y también, si es preciso te mienten con ellos creándote otra realidad.

La religión no fue algo en lo que incursioné. Se me crió atea y cuando me encontré a solas con ella, me vi ante un dogma basado en una historia engañosa construida sobre mitos y hechos retocados con el fin de manipular la conciencia humana. Encima, aprendida como lavarse los dientes o manejar una lavadora: como por prospecto. La gente “traga” dogmas a sorbos, medio dormidos, igual que el primer café de la mañana cuando todavía no se está del todo despierto, pero se traga íntegro, porque se necesita.

Esta búsqueda de verdades y respuestas me ha llevado al estudio de la Cabalá, que ofrece una clave, un camino para descubrir el significado de la vida. Y no pide que la entiendas, sólo que desees conocer su sabiduría y llegar a sentir lo que ésta te entrega. Porque eso es la Cabalá, un saber, un conocimiento. No es ni religión, ni magia, ni misticismo judío (es anterior al judaísmo) y está más cerca de la ciencia de lo que se piensa. Tampoco es un saber para un grupo especial de personas, sino para todos los que quieran recibirlo. No es cierto que sea sólo para judíos ni tampoco es cierto que quien se meta en su estudio corre riesgo de volverse loco o tonteras parecidas. Es un saber a disposición de cada uno y todos los seres humanos que esté dispuesto a buscar los secretos del plan de la creación, a recibir las claves de nuestra propia vida y la de todos los que estamos en este mundo compartiendo un destino, nos guste o no. Los cabalistas dicen que el hombre está en el punto en que necesita RECIBIR (cabalá viene del hebreo lecabel: recibir) su sabiduría. Para esto se dedicaron a interpretar y transmitir los complicados textos de la cabalá de manera más sencilla con el fin de “volver al Creador”, de volver a ser lo que fuimos dentro de una unicidad planetaria. Estado al que llaman muchas de las sabias culturas ancestrales habidas en América, Europa , Asia y África.

Ahora, que estamos topando fondo en el egoísmo humano que nos está llevando a la destrucción de la naturaleza y de nosotros mismos, la Cabalá nos acerca las “llaves” para cambiar nuestro rumbo corrigiendo nuestro ego... No sé, realmente, si esto es posible, pero hay que intentarlo, tenemos que poder detener este loco tren que va a cientos de kilómetros por hora. ¿Un imposible? ¿quién lo dijo? La Cabalá abre su sabiduría para enseñarnos el sentido de nuestra vida. Yo he entrado en su estudio y deseo con toda mi alma que sea cierto que a través de su sabiduría podamos llenar nuestras vasijas sedientas de luz...

Mariana Thamar Vega